Un soplo de aire fresco: la mujer de Géminis y el hombre de Capricornio

La mujer de Géminis es como un altavoz con baterías inagotables. Mientras que el hombre de Capricornio es una personalidad prudente. Mientras Géminis se desbanda a la aventura social; Capricornio, hombre reservado, encamina sus energías hacia el logro de sus objetivos. Lo interesante de una relación entre estos signos es la naturaleza disímil de sus mentalidades. Debido a esto, habrá más de un momento en que sientan que no pueden conectar con el otro; existirán situaciones extrañas que solicitarán un esfuerzo mental para comprenderlo.

Complemento perfecto gracias al poder de entendimiento

Si llegan a constituir una relación, la fuerza de sus personalidades irá disipándose en sus bordes, haciendo que cada quién por su parte vaya absorbiendo las características del otro. Por ejemplo, el entusiasmo de la mujer de Géminis encontrará un buen asidero en la piel del hombre de Capricornio. Ella descubrirá que junto a él, sus palabras adquieren un cariz más realista, sentirá el compromiso con el contenido de sus comentarios; sus argumentos adquieren más seriedad, su carácter voluble se torna algo más fijo.

No es la primera vez que dos signos diferentes entablan una relación amorosa, y continuarán incrementándose los casos hasta el confín de los tiempos. Sus naturalezas opuestas se evidencian en la manera como encaran la vida; el hombre de Capricornio apunta hacia el futuro, vive en función a él, como si pasado y presente estuvieran al servicio de aquello que se pretende conseguir; Géminis vive el momento, actúa sin malgastar su tiempo en cavilaciones sobre el porvenir. Formando pareja parecerán padre e hija, el uno señalando los senderos y la correcta actuación, y la otra dejándose llevar por la ingenuidad y una juventud que en ella parece eterna.

No todo parece estar en su lugar

Siendo sinceros, es una relación muy difícil, se necesita de mucha ayuda para que la nave del compromiso no estalle mientras se pone en órbita. Un estudio minucioso de las condiciones de sus nacimientos echaría más luz a los interesados. Con un Capricornio inhibiendo sus impulsos, la mujer de Géminis empieza a sentirse desdichada. Él, que pretende formar una familia estable y armoniosa, se estrella contra la pared de la decepción al ver cómo ella, con sus constantes escapadas, va esquilmando la enorme confianza que injustamente le fue concedida. No obstante, no todo está condenado al fracaso, recordemos que signos diferentes se atraen; ambos pueden encontrar en el otro esa parte que falta en sí mismos.

La presencia de la mujer de Géminis en la vida gris del hombre de Capricornio otorgará colorido al ambiente monocromático en el que suele moverse. Ella vendrá con su graciosa coquetería, como un soplo de aire fresco sobre la nuca del impertérrito Capricornio. Éste sentirá cómo algunas partes de su anatomía se deshacen de sus escamas mortecinas y vuelven a vestirse con la alegría de la vida. En lo mental, el hombre de Capricornio será sacudido por una descarga eléctrica que abrirá su mente, inundándola de imaginación. Todo esto irá en favor de ambos, pues bajo estas nuevas condiciones el éxito económico y material está asegurado.